Miles Davis y Maurice Ravel

sencillamente maravilloso.
Si fuéramos capaces de extrapolar esta música como un lenguaje más de nuestra vida cotidiana desaparecería la Violencia.
Será por eso que para el ministro Wert y sus amos, la secta OPUS, la música es una asignatura menor y nada necesaria para el crecimiento cultura de los niños.
Para esos criminales con corbata viste más el adoctrinamiento nacionalcatólico de los niños basado en el miedo al infierno.
Así revienten.

Ancha es mi casa

Se reunía con Bill Evans hacia la mitad de los años cincuenta y escuchaban durante horas los dos conciertos de piano de Ravel, tan influidos por el jazz. (…) Ahora me doy cuenta con más claridad de que esa rareza armónica que flota como una niebla ligera sobre los tiempos lentos de Ravel se ha transmitido a la trompeta de Miles Davis, no solo a la manera de tocar el piano de Bill Evans.

Antonio Muñoz Molina. Música leída. Babelia. El País, 18/4/2015

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