¿Qué pasaría si los bancos españoles en problemas no recibieran ayudas y se les dejara caer?

Desde el estallido de la crisis financiera hemos visto cómo muchas entidades bancarias españolas se han visto en serios problemas y cómo el gobierno ha acudido en su ayuda inyectándoles de una u otra forma dinero público (para ver las diferentes formas de ayuda y su cuantía leer este artículo). Este traspaso directo de dinero perteneciente a todos los ciudadanos a unas entidades privadas atenta claramente contra la justicia social e incluso contra los fundamentos económicos en boga. Sin embargo, el gobierno ha esgrimido continuamente como argumento la necesidad de no dejar caer a las entidades bancarias para evitar así un colapso financiero que terminaría perjudicándonos más a todos. Pero, ¿hasta qué punto es cierto este argumento tan recurrido? Profundicemos en el tema.

Un banco en problemas es un banco que no puede atender los pagos que tiene comprometidos con otros agentes. Si un banco en problemas no es ayudado con dinero público se verá forzado a caer, a ser liquidado, a desaparecer como entidad. Esto significa que el banco tendrá que vender todo aquello que posea y que tenga valor y con el dinero recaudado tendrá que devolver los pagos que tenía comprometidos. Pero claro, si el banco se está liquidando es porque no tiene suficiente dinero para abonar todos los pagos que debe, por lo que después de vender sus propiedades dispondrá de menos dinero del que debe pagar. No podrá pagar a todos aquellos a los que les debe dinero, así que algunos se quedarán sin cobrar.

Por ejemplo, si un banco debe dinero por una cuantía de 1.000 millones de euros y después de vender sus posesiones recauda solo 700 millones de euros, quedarán 300 millones de euros sin poder pagarse y que se consideran pérdidas. Alguien no podrá cobrar; alguien debe hacerse cargo de esas pérdidas.

¿Pero quién se quedará sin cobrar? Pues eso lo decide la ley, que se rige por el siguiente criterio: los últimos en cobrar (los primeros en asumir pérdidas) serán aquellos agentes económicos que más riesgo hayan contraído en sus operaciones con el banco, y cobrarán primero aquellos que menos riesgo hayan asumido. Este criterio es muy lógico, porque cuanto mayor riesgo existe más dinero se puede ganar, pero también perder. Cuando una persona o un fondo invierte en un banco contrayendo un riesgo elevado tiene que ser consciente de que su inversión dependerá del funcionamiento del banco: si al banco le va bien, el inversor ganará mucho dinero; pero si le va mal, perderá mucho dinero.

Así las cosas, en el dibujo siguiente se muestra el orden en el que los agentes deben asumir las pérdidas del banco.

Los primeros en asumir pérdidas (los primeros en no cobrar) serán los accionistas. Las acciones son un elemento de inversión con un riesgo elevado que genera mucha rentabilidad. Puesto que sus propietarios han ganado bastante dinero con este tipo de inversión, se entiende que deben ser los primeros en asumir pérdidas…

Leer el resto del artículo en  Saque de Esquina  (Reflexiones personales del economista crítico Eduardo Garzón Espinosa)

Verdadera finalidad del No Rescate

Soraya «flequillo de hormigón» entrevistada a traición por nuestro corresponsal Paco Modón que se hacia pasar por confesor en la Almudena, ha dicho lo siguiente.
«El prestamito que nos han dado será un espaldarazo tremendo para el renacimiento de aquel Imperio español en el que no se ponía el sol y se ahorraba la factura de la luz con el consiguiente crecimiento económico. A partir de ahora, los españoles esos de la calle (no confundir con la élite que estamos para temas más espirituales) podrán alardear de tener el culo como la bandera de Japón, obedecer como los alemanes, trabajar como chinos y tener el nivel de vida de los somalies.

Y todo ello sin saber un puto idioma pero con el orgullo de ser católicos y blancos, no como esos negratas musulmanes que nos los ensucian todo.»

(Agencia MelaMaMa para PutoParao Nius)

Para Guindos no es «Rescate»

No entremos a debatir causas ni zarandajas de ningún tipo que nos han llevado al lugar en el que estamos y que no es nada más que la puerta del infierno.

Pero creo que ahora mismo la gran mayoría de españoles estarán de acuerdo en que llamemos a las cosas por su nombre y digamos que: la casta política «casi» en pleno, los financieros, las grandes fortunas, la monarquía incluidos los allegados, el clero en pleno, la gran mayoría de grandes empresarios son unos hijos de

prostituta

ramera

cortesana

meretriz

buscona

fulana

furcia

pupila.

Más que nada porque si a ellos no les parece bien usar la palabra «Rescate» a mi, por respeto a ellas, no me gusta llamar «Putas» a sus pobres madres.