De #burkas #olímpicos y burkas mentales

Vaya de entrada que estoy totalmente en contra de cualquier tipo de adoctrinamiento. Soy un enemigo feroz de las tres religiones monoteístas que, en nombre de su criminal dios, han asesinado más que nadie a lo largo de la historia de la Humanidad. Escondiendo, en todos los casos, que la batalla es entre ricos y pobres.

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Dicho esto, me hacen gracia estos montajes fotográficos cuya pretensión es, no nos engañemos, generar prejuicios que nos acerquen al racismo y la xenofobia. Cuentan para ello con algo que, desgraciadamente, no se puede fotografiar: nuestra ignorancia y nuestra infinita estupidez.
Si hubiera una cámara capaz de fotografiar los cerebros (su contenido) de los españoles de 1972 y los de los de ahora, nos daríamos cuenta de que nuestro burka mental es muchísimo más opaco, pesado y negro que el que pueda vestir cualquier mujer de esos países pretendidamente Integristas islámicos.
¿Quiere decir esto que no son integristas islámicos? No, lo son y además demuestran estar totalmente enfermos.
Pero, ¿no es de estar enfermo un país que acepta, porque les sigue votando, a un partido político, fundamentalista ultracatólico, que da medallas a imágenes de una pretendida madre de un dios, o la nombra alcaldesa vitalicia de cualquier ciudad, o acude a ella , “una estatua”, para que mejore el empleo y la crisis económica?
¿No es de estar enfermo un país que permite a sus imanes religiosos, aquí conocidos como obispos, salir en los medios para hacer apología de la violación, de la pederastia y de la homofobia, todo en nombre de un dios tan ridículamente falso como Alá o Jehová?
¿No es de estar enfermo un país que juzga estas imágenes pero es incapaz de juzgar las brutalidades que se cometen en Arabia Saudí, solo porque esa monarquía es amiga de un rey impuesto por un dictador criminal y traidor?
¿No es de estar enfermo un país cuyas mujeres viven sujetas al hermosos burka de la moda: tallas, tacones, depilación, delgadez, belleza, piel perfecta, canas… solo para ser aceptadas por los hombres de dicha sociedad?
Si juzgamos una cultura sin conocerla, solo por una foto o porque “alguien dijo que oyó algo que dijo no se sabe quien”, demostramos un nivel intelectual que no se aleja un ápice de aquellos que están obligando a sus mujeres a vestir de cierto modo (solo en oriente, claro). La primera cosa que deberíamos hacer antes de juzgar es: conocer a gente de esa otra cultura para que nos explique por qué visten como visten;  y también sería bueno analizar si la diferencias religiosas no esconden una diferencias económicas o la posibilidad de conseguir pingües beneficios por parte de unos pocos a cambio de generar odios irracionales y estúpidos en poblaciones incapaces ya de tener su propio criterio.

Jesús Calvo y su Lógica Torera —Cuando la imbecilidad entraña peligro—

Silogismo según Lógica Calva:
La vida de cualquier  torero español vale más que la de todos los rojos.
Sócrates no es torero.
Sócrates no es español.
La vida de Sócrates no vale una puta mierda porque es rojo.

 

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El polémico sacerdote Jesús Calvo ha ladrado que La vida de cualquier torero español vale más que la de todos los rojos juntos
Por otro lado dios dice (a través de lo que entiende como su palabra) en Génesis 1:27:Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

Eso me lleva a inferir, ya de entrada, que el cura Calvo reniega de dios cuestionando su insigne obra. Pues cabe pensar que cualquier torero español está creado a imagen y semejanza de dios (Ese por el que abrazó el sacerdocio). Y cabe pensar también que todos los rojos juntos —por más que caídos en el Error y con una altísima probabilidad de incrementar el censo de las calderas de Pedro Botero— también fueron creados a imagen y semejanza de dios. Ergo, ¿cómo se atreve tamaño monstruo a cuestionar y valorar a la baja (casi como saldo) la obra del Creador? Si de mí dependiere le lanzaría una excomunión que le mantendría los calzoncillos sucios in saecula saeculorum.
 
Esa es la primera, que, de todos modos, sería perdonable, pues inferimos también que el nivel de imbecilidad de tal criatura, jode en su totalidad la gráfica divina que mide la inteligencia del varón y de la hembra; razón suficiente como para mandarlo al crematorio apenas empezado el Apocalipsis.
 
La que me ha parecido realmente insultante —y ahí sí que, si a mí me atañere, iría a por él hasta provocarle una sangrienta muerte agónica— es que situe a cualquier torero español por encima del resto de toreros no pertenecientes a esta altísima patria que acoge en su seno a tantos millones de hispanoparlantes (catalanes y rojos, jamás).
 
Y no solo eso ¿Dónde deja al resto de españoles patrióticos que no tienen la suerte de matar toros? ¿Les rebaja la calidad de vida? ¡Qué maldito hijo de puta! Que no digo yo que sería estupendo que españa se dividiera en toreros españoles y rojos, pero resulta que también nos gusta comer sardinas y beber chacolí, por no opinar sobre la desaparición, de un plumazo, de nuestra insigne selección de fútbol que tanta gloria a dado a esa patria que dice defender.
 
Mira, Calvo, lo que tienes que hacer es comprarte un cerebro. Ya te digo que no hace falta que sea muy grande. Para un sacerdote basta con lo típico: rezar y violar niños. Aunque mejor harías en reventar y vértelas con tu dios, a ver dónde te ubica.

#Catolicismo, niños enfermos y áticos de lujo

Leo esta noticia y me extraño de que se extrañe la gente. De hecho me extraño de que cualquier acto indigno cometido por la Iglesia catòlica (y resto de monoteistas) sean noticia.

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Parece mentira que todavía nadie entienda a los católicos. Yo intento empatizar con ellos y lo veo claro. Si el buen dios manda la Enfermedad a esos niños, lo hace para que nadie les cure. Lo hace porque los quiere pronto a su lado, tal es el amor que prodiga a sus almas puras (que de los cuerpos ya se encargan la curia pederasta). Y si dios los quiere a su lado, quiénes somos nosotros para contradecir los designios de un creador omnipresente, omnisciente y de infinita bondad.
Bueno será entonces que los prelados, purpurados, obispillos y gentuzas varias que visten con traje de noche se preparen lugares dignos en los que pecar para poder arrepentirse después.
No olvidemos que la base de catolicismo es el arrepentimiento para obtener el perdón, y qué arrepentimiento cabe de aquel que no peca, se excede o se comporta con maldad manifiesta. Solo los que tienen algo que purgar deben desayunarse a Cristo cada mañana —el actual ministro del interior en funciones, Jorge Fernández Díaz podría ser un ejemplo; junto a toda la caterva de ministros del PP—. Los del otro lado, la gente buena, no necesitan perdón alguno. Sus actos ya llevan la impronta de una ética basada en la Justica Social y la bondad.
No nos atrevamos a criticar entonces los pisos de los roucos, los bertones y otras bestias; el Maligno gusta de rodearse de lujos y sus acólitos no deben llevarle la contraria. Claro que entonces se me puede criticar que los niños no tienen culpa alguna ni decidieron su enfermedad… pero hoy me niego a aceptarla. No al menos hasta que el último templo haya sido desacralizado y se haya despojado a los hechiceros de todos los bienes robados a lo largo de la Historia. Si llega ese día hablaremos de nuevo.

BONUS

Semana del reciclaje del zombie católico

En estos tiempos de introspección semanasantina. Cuando nuestros espíritus oran para matar y resucitar al zombie un año más, unos millones de euros más para la saca obispal hispana, esa enferma sexual. En estos tiempos, digo, es costumbre adoctrinar a la plebe ignorante con penículas jesúsicas, diósicas, moiséicas. Yo, como no podía ser menos, os comparto esta maravillosa producción. Espero que la disfrutéis.

Prohibidos los canalillos mamarios de las procesiones de semana santa

Parece ser que ahora no gusta el buen Jesús de unas buenas tetas aunque éstas sean católicas, apostólicas y españolas. Y acierta dios de lleno, el momento de la pasión no es el idóneo para pensar en arrimar la cebolleta.

Podéis leer la noticia en este enlace

Si me preguntan a mí, lo tengo claro: ¡Por fin algo coherente en esta españa ultra católica! Por más que se quedan cortos con la prohibición. No ya por el hecho de que los párrocos procesionarios puedan ponerse verracos con tanta mama insinuante y después vayan a cazar a las confesoras con el ahínco propio del mismo Lucifer.
Decía que se quedan cortos. Por eso yo, como buen activista ateo anticlerical, apostaría por que todas ellas fueran de negro, con sayos de tela de arpillera hasta el suelo y atados a la cintura con humilde cordel de esparto. Y el calzado, de llevarlo, habría de llenarse de garbanzos sin cocer.
Algún mal pensado pensara que es el odio y el desprecio lo que me lleva a promover tales propuestas. Pues no, jamás. Dios me libre. Debéis saber que me guía la más absoluta coherencia, pues si es el dolor de la pasión lo que reviven, si es el sacrifico de Cristo del que se hacen acreedores, qué menos que sufrir una pizca de lo que debió sufrir él para el perdón de sus pecados; los suyos, de ellas, las provocativas y procaces hembras de canalillo insolente.

No querría terminar esta broma sin un mínimo de seriedad y recordar que esos mismos católicos que ahora criminalizan el canalillo pondrán el grito en el cielo por las aberrantes costumbres del Islam o por el modo cómo tratan a las mujeres en muchísimos países del planeta. Pero salvo a las beatas, adoctrinados del OPUS y cuatro mentes simples que perdieron la voluntad de jóvenes, a pocos más engañan. Todos sus actos y pensamientos nacen de su miedo a la Mujer y su extrema misoginia, que en nada difiere de la del resto de enfermos, sean estos católicos, judíos, musulmanes o de cualquier otra religión, raza o cultura. Solo un absurdo miedo a la Mujer que se transforma en puro odio y sed de venganza hacia todas ellas.

Sobran maestros en españa

Los nuevos garantes de la cultura en españa

No sabemos si esa era la intención última del gobierno de españa y sus amos: la conferencia episcopal, pero pronto será una realidad. españa podrá ahorrarse el dineral que cuestan los profesores de enseñanza pública, esos inútiles. De hecho, y como bien deja traslucir el BOE cuando convierte el dogma católico en cultura, solo con los profesores de religión podrán evaluarse todas las asignaturas «importantes» que no distraen las sensibles mentes de los niños. Unos ejemplos:
Las Matemáticas se reducirán a lo realmente importante: el 1 que es el número de dios, el 3 que es dios con los colegas, el 7 y algún que otro número bíblico. Por otra parte se acabará con la tontería botellera de no poder sumar peras y manzanas; si un cadáver reciclado, un vejete con barbas y un palomo desflora vírgenes pueden ser sumados, nada impide a la iglesia reestructurar las matemáticas hasta adaptarlas al mismo dios, verdad suprema. Sobran entonces los matemáticos, quién mejor que los profesores de religión para introducir a los niños en la compleja matemática trinitaria.
La Lengua y la Literatura carecen ya de sentido alguno ¿Dónde podemos encontrar la mejor escritura conocida y con la mejor ortografía plasmada sino en la obra redactada por el mismo dios? ¿Dónde podemos encontrar una historia más completa que aquella escrita por el altísimo? Sobran entonces el resto de libros, pensamientos, ensayos y críticas. Los profesores de religión son muy capaces de evaluar dichas asignaturas. Los demás, esos incompetentes, son material sobrante.


La Física, la Química, la Paleontología, la Antropología, la Zoología; todas las ciencias que estudian la Evolución, el origen del Universo y de la Vida… todas ellas asignaturas inútiles y sin sentido. Pues ahora conoceremos por fin que todo lo creó dios de la nada. La Tierra volverá a ser el centro del universo real, no de ese Universo imaginario que han postulado científicos enfermos de narcisismo y capaces de poner en tela de juicio los actos del creador. Lo que debamos saber de adán y eva, lo que sea necesario conocer del jardín del edén y los conocimientos históricos relativos al diluvio universal podrán, y deberán, ser impartidos por profesores cualificados designados por el arzobispado y pagados a escote por todos y cada uno de los españoles (solo de los que pagamos).
Ahora que sabemos que solo dios nos da la felicidad. Ahora que nos serán impartidas sus sagradas leyes, qué sentido tiene una asignatura como la Filosofía. No necesitamos pensar, ni cuestionarnos, ni tener criterio. El buen católico, lo que españa necesita, es la docilidad del creyente, la visión amplia del que abraza la fe, el camarero temeroso de dios que no se equivoca en la suma de las consumiciones. Qué mejor profesor entonces que el de religión para alcanzar tal propósito.
Fuera asignaturas inútiles y falsas; fuera todo conocimiento impartido para confundir a las almas nobles de los niños; fuera todos los maestros que no abrazan la fe en Rouco y sus secuaces. Llega la hora para españa de que salgamos del aletargamiento que nos dio la Cultura y entremos, por fin, en el paraíso de la ignorancia más opaca. Gracias José Ignacio, sin criaturas como tú podríamos hasta ser europeos de mente; ahora, gracias a tu buen hacer, formaremos parte del mundo fundamentalista e integrista que tanto bien hace a países donde ha triunfado, Afganistán, por poner un ejemplo conocido.

Gracias José Ignacio Wert.
Gracias partido popular.
Gracias obispos.
Gracia papa paquito.

El Amor y la Muerte (una reflexión sabatina)

Sexo y Amebas

Es cierto que no nos clonamos como hacen las amebas. Ser ameba da unas ciertas facilidades reproductivas pero cada consecuente que resulta no aporta nada nuevo a la especie que no sean las costumbres de su antecedente. Así les va.
Para llegar a algo como “Nosotros” tuvimos que esperar al gran invento de la Evolución: el Sexo (único órgano incompleto de nuestro cuerpo por más que muchos gusten de pensar en él como ariete o péndulo al que admirar). Y eso, que puede parecer una putada, tiene ciertas ventajas como podrá verse.
Tenemos un hígado, un corazón, un par de pulmones, otro de riñones…pero llega el sexo y ¡Mira tú por donde! si no echas mano de alguien que atesore la otra mitad se pierde tu «yo» para siempre. Y ahí reside su grandeza, si uno tiene la suerte de perpetuarse vía cópula (o sistemas modernos que la transgreden), forma criaturas «nuevas» que, aun siendo un 50% de uno, conforman un ente distinto.

La muerte

Y ese ente nuevo morirá, claro —lo único que garantiza que un ser está vivo es su muerte—. Y en el caso de ser un homo sapiens sapiens, esa absurdez zoológica, le sucederá lo que al personaje de Woody Allen cuando dice: «No me preocupa morirme, solo que no deseo estar allí cuando suceda».
Porque hemos de reconocer que no es de nuestro agrado ser conscientes de nuestra propia muerte, ni del dolor, ni los distintos sufrimientos. A los cristianos, todo y que llevamos dos mil años reciclando un cadáver, no se nos educa para la muerte. No hablamos de la muerte. No nos planteamos esa realidad que nos tiene cogidos por donde duele desde el nacimiento.
Y para colmo nos sentimos tan importantes que pensamos (deseamos creer) que perviviremos en unas formas más o menos lindas y en geografías más o menos adaptadas a nuestros deseos. Eso sí, siempre al ladito de ese insigne creador que jamás supo solucionar los problemas de diseño iniciales, omnipotente de baratillo.

Somos eternos

Pero qué sucede realmente tras la muerte. Lejos de la importancia que nos damos, de ese autobombo de creernos el
ombligo del Universo y proceder de una alta cuna religiosa, lo que nos sucede es que, a pesar nuestro, somos eternos —en el sentido de que la Eternidad durará lo que dure el Universo—.
Así de simple. Nos metan en un nicho, una tumba, una pirámide o una fosa común. Nos incineren o echen a los cerdos. Suceda lo que suceda, volveremos poco a poco a ser la sustancia que siempre fuimos: Hidrógeno. En nuestra descomposición última, tras pasar por el aparato digestivo de millares de seres, volveremos a ser el elemento primordial tras el Big Bang.
Será entonces cuando, de un modo u otro, ascenderemos al cielo, hasta volver a ser substancia de estrellas. Y no solo nos habremos ganado el cielo, es que existe la probabilidad de que algunos de los átomos que una vez fuimos nosotros formen parte de un dictador futuro, o un científico, o un muerto de hambre, o un bonobo, o hasta una ameba.

Los Sentimientos

Entonces, si solo somos materia, ¿dónde queda el rinconcito de los sentimientos? Pues en esa misma materia, en la bioquímica cerebral y en la utilización, por parte del laboratorio químico que es cada individuo, de todos los compuestos que una vez fueron Hidrógeno.
¿Significa eso que una maravilla tan grande como el Amor no existe? Claro que existe. Existen convenciones entre individuos, nacidas como “sexo a cambio de protección”, a las que llamamos amor. Existe una atracción feroz ente individuos a la que llamamos amor. Existe un sentimiento de protección de una hembra a sus cachorros, sentimiento que va ligado a la necesidad de pervivencia como especie, al que también llamamos amor. Existe una convención entre individuos que coinciden en una serie de gustos a la que llamamos amistad, otra forma de amor. Existe una bioquímica todavía más extraña, la más extraña de todas, que lleva a unos pocos a dedicarse a los demás, que también se conoce como amor al prójimo.
Más allá de eso el amor no existe. Ese Amor vinculado a un Alma inmortal, a un pedacito de mi “yo” tan importante que encapsula sus átomos no se vayan a mezclarse con los de tipos raros.

Conclusión

Amad. Vivid el Amor tanto y tantas veces como sea posible. Será bioquímica, será materia y no estará vinculado a nada etéreo y esotérico. Pero es uno de los sentimientos más grandes que podemos Dar a los demás y, por ende, recibir de ellos. Y, lo mejor de todo: ese sentimiento, esa reacción química, cuanto más se utiliza más llena sus depósitos.

Bancos y petroleras financian a la Puta de Babilonia

http://actualidad.rt.com/sociedad/view/126582-bancos-petroleras-patrocinio-canonizacion-papas-vaticano

Parece que los grandes bancos y las grandes corporaciones ya cogen al mismo Dios por los omniscientes cojones, se anteponen a Cristo y se apresuran a convertir el Vaticano en un circo romano.

Hasta puedo imaginar algo parecido a un cuento, la escena de una reunión de alto nivel entre los gerentes del mundo y el Creador, su nuevo “invitado”, que podría ir de este modo:
Los Amos: « ¿Qué pasa contigo Dios, no te financiamos las canonizaciones, no tiene metida la Mafia toda su fortuna para que la financie tu banco? »
Dios: «Ya, pero es que la bondad…»
Los Amos: «Qué bondad y qué cojones. Nos debes favores. »
Dios: «Pero es que yo os he creado…»
Los Amos: «Tú no has creado una mierda. Empezarías el negocio, pero nosotros lo hemos levantado. »
Dios: «Ya claro pero con ese dinero, el hambre, la pobreza…». Seguiría respondiendo un Dios títere.

Pero no debemos extrañarnos, al fin y al cabo, los medios de comunicación de masas ya pertenecen a los Amos; el paso lógico, entonces, es apoderarse de los medios de comunicación divinos. Los tiempos cambian y hemos de adaptarnos a ellos. En esta vuelta a una nueva Edad Media los señores feudales se habrán sustituido por presidentes de corporaciones y los castillos de antaño por mansiones de lujo en islas remotas. Lo único que apenas cambiará serán los perros uniformados que habrán de mantener a raya al populacho, y el Dios catolico, que volverá a defender a ultranza la necesidad de una vida mísera para ganar ese cielo al que el siervo aspira.
Incluso cabe pensar que ahora, con la nueva modernidad, la antigua sangre de Cristo se sustituya por el Divino Refresco de cola y que en los cálices aparezca rotulado su nombre con letras brillantes, pues, «Al fin y al cabo lo importante no es el tipo de líquido sino el misterio. La sangre de Jesús la ponemos donde nos sale de los cojones», dirán los responsables de marketing.
Y por qué no, que la antigua oblea de trigo candeal se sustituya por esa cosa llamada “muffin” que hasta hace poco se conocía como “madalena”, y que alguna cadena de televisión, propiedad de alguno de esos bancos financiadores, presente un concurso de cocina que se llame: “Monjitas a hostias” para conseguir la mejor versión del soporte divino para la transubstanciación.
Lo importante es mantener al siervo, al pobre simple, ignorante y entretenido.
En otro avance sin precedentes puede suceder que la misa sea obligada para que el mensaje de los Amos, a través de la voz de Dios, obediente, llegue a los siervos canalizada por el Papa y resto de secuaces. ¿Y la confesión? También, por supuesto. Sería el canal inverso, el modo por el que las críticas y debilidades del pueblo llegarían, a través de Dios, a los Amos del mundo para que decidieran qué hacer con los espíritus díscolos.
Esta vez ni siquiera hará falta que las tribus de las estepas asiáticas desplacen en masa a las distintas tribus. Ya nos han traído suficiente miseria como para que nos matemos entre nosotros. Lo que es evidente es que la Gran Puta de Babilonia se abre de piernas una vez más para darnos a entender que pronto viviremos una nueva Edad Media en la que todo se reducirá a cenizas para renacer o desaparecer.

¿Es dios un psicópata? (Prueba 2)

masolino – tentacion de Adan y Eva (capilla Brancacci Florencia)

Desde tiempo inmemorial grandes pensadores, eclesiásticos, teólogos e incluso cómicos se han planteado una gran duda bíblica: ¿Tenía ombligo Adán? La pregunta no es trivial. Si partimos del hecho de que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza hemos de pensar que Dios tiene ombligo. Si por el contrario pensamos que esa marca es producto de la unión del cordón umbilical entre el neonato y la madre, habremos de deducir que Adán no tenía ombligo ergo Dios no tiene ombligo ergo ¿Qué coño de marca estúpida nos deja Dios que nos diferencia de él? ¿Es un error de diseño? ¿Es su modo de preservar el hecho diferencial Dios-hombre? No sufráis, no pienso entrar en ese tipo de polémica para la que me faltan estudios, tiempo y ganas.
Sí quería plantear otra duda, en cambio. Tal vez menos arraigada que la anterior pero que dado el cosquilleo que a uno le asoma a veces, tiene mucha importancia para mí: ¿Creó Dios a Adán con deseo sexual? Y no me digáis que no os la habéis planteado mientras vuestro otro yo se dedicaba a vivir su vida ajeno a vosotros.
Por lógica deberíamos pensar que Dios todopoderoso creó a nuestro ancestral padre sin la opción del deseo. Lo digo porque no me imagino a Dios haciéndole esa jugada al primer humano: Sólo, en el Edén, rodeado de animalitos machos y animalitos hembras que retozaban en libertad, cada cual en su tálamo. Sabiendo que la zoofilia no debía ser algo muy aceptado por el Señor e incapaz de practicar el onanismo, no solo porque a esas alturas ya debía ser pecado sino porque además a Onán le quedaban unos cuantos años para nacer.
También a alguno le puede dar en pensar que sí, que el deseo ya imperaba en nuestro primer padre. Pensar eso, y perdonadme, es aceptar que la mala leche de Dios es tan infinita como él mismo, porque a ver, si el Todopoderoso es omnisciente, todo lo ve y todo lo sabe, conoce de antemano que el pobre Adán va a moverse por el Edén como el dios Príapo —falso ídolo por cierto—, y las va a pasar putas cuando al cruzarse con cualquier hembra su macho le diga «¡Eh! Chaval, búscate una de tu especie que esta ya está ocupada», todo ello acompañado de gruñidos y ostentación de dientes.
De todos modos la realidad debe ser más simple: Un sencillo error del Casi-Todopoderoso (si comete esos errores no le adjudiquemos el doctorado) ya que no hemos de olvidar que Él no está casado, y con sus compañeros de Trinidad no puede contar, cometería zoofilia o incesto.
La realidad última, le otorgara o no el deseo sexual, fue que Dios se dio cuenta de que no era bueno que el hombre estuviera sólo y le suministró una esposa, un modo como otro de enmendar su error o despiste. Pero como debió sentir envidia les preparó una trampa desde el principio: Fornicarían sí, pero a cambio habrían de pagar un alto precio. Pero eso ya forma parte de otra historia.

La pastoral del obispo de Sant Feliu y el concepto «Cosa»

Cuánta razón parece tener el amigo Agustí Cortés, obispo de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) cuando argumenta en una pastoral, que “el feto es un ser humano diferente de la madre”, que “los fetos no son una parte del cuerpo de la madre” y que por ello no pueden considerarse una propiedad de ella.

A poco que nos fijemos es una sabia argumentación. Argumentación que le servirá a ese católico para postular en contra del aborto, hacer un poco de proselitismo político y comentar, muy por encima, argumentaciones morales tan soslayadas que no dan pie ni a plantearse una respuesta, pues no la merecen.

De lo que no se da cuenta el católico es de que, en el fondo, sus palabras ponen en evidencia aquello que son en realidad los católicos (que no cristianos), unos misóginos. Y lo son por los mismo argumentos que escogen y que pueden reducirse a algo muy concreto: La Mujer y el Feto son dos “Objetos”, “Cosas” independientes, sean estas artilugios vivos producto de la genética y la evolución o productos a los que poseer del modo que sea.

Imagino que esa reducción de la Mujer y el Feto a “Cosa” no solo viene dada por su odio hacia ellas —nacido de su deseo de poseerlas—, y su odio a los niños —nacido de su culpabilidad al poseerlos—, más allá de su misoginia y pederastia existe algo todavía más terrible, su incapacidad de “Sentir”, cuyo ejemplo más vil y vergonzoso la demuestran en su necesidad de convertir en “Cosa” al propio Cristo al que dicen amar, por medio de la transustanciación en la comunión. Si tuvieran capacidad de Sentir caerían en la cuenta de que no necesitan para nada convertir a su Cristo en Cosa; ¿qué sentido tiene más allá de cagarlo después? Solo el sentimiento de amor hacia él y la capacidad de percibir el que él les regale sería suficiente. Pero claro, son unos enfermos que no tienen la capacidad de Sentir. Por esa razón reducen a la Madre y al Feto a lo mismo que reducen a su Cristo, a meros objetos sujetos a apropiación y manipulaciones de terceros.

¿Habrá pensado ese católico en el Amor incondicional de una madre, en la necesidad de que ese amor esté ahí para la criatura, más allá de todas las cosas mundanas? ¿Habrá pensado en qué sucederá si esa criatura llega a un hogar donde las necesidades, esas sí, de cosas, perviertan el amor que la Madre debiera prodigar a su hijo? ¿Habrá pensado ese católico en qué sucede si ese feto, ese futuro ser humano, contiene la mitad del código genético del enemigo, de la bestia que violó a esa futura madre? ¿Habrá pensado ese católico qué amor puede representar traer al mundo a un ser, cuyas enfermedades o deformaciones, conviertan su vida en un dolor insufrible? Claro, hablamos de Amor, de Odio, de Dolor, de Sufrimiento, de Alegría, de Pena… hablamos de sentimientos cuando él, ese católico, habla de “Cosas”, las reduce a «Objetos».

Está claro que jamás podremos entendernos. La única cosa que deberíamos hacer , dado que la Ética nos impide, ahora sí, terminar con ellos, es confinarlos en los templos, recuperar todo aquello que nos han robado a lo largo de la Historia y retirar toda subvención y toda posibilidad de que “adoctrinen” a nuestros hijos. Si desean extender su enfermedad, esa que les hace incapaces de sentir, que lo hagan entre ellos y entre aquellos, enfermos como ellos, que son totalmente incapaces de sentir nada por nadie, ni siquiera por ellos mismos, razón suficiente que les lleva a esa búsqueda continua del perdón que solo las malas personas necesitan. Pero es necesaria una cultura civil que elimine a esa lacra de las calles y los estamentos.